martes, 27 de julio de 2010

olvidos, recuerdos aparcados...

Olvidos, recuerdos aparcados…

¿Y tu pensabas que olvidaría que hace doce años todo comenzó? Ni hablar, solo que con el tiempo todos los recuerdos se van volviendo imprecisos, como si cada año dejara una película de polvo sobre el frágil cristal de mi memoria y fuera dejando de saber si realmente fuiste tan, tan, tan trascendental para mi vida.
Así como pasa el tiempo que todo lo entierra, el tiempo también todo lo renueva, así como la piel se renueva cada día, así mis sentimientos se renovaron en todos estos meses y cada año perdían el aroma que dejaste impregnado en mi piel, como ese aroma al perfume que usabas cuando te conocí y que años después volví a sentir, pero ya no me decía nada, tan solo un olor de cierta marca, con poder de llevarte al pasado, pero sin motivo de ir.
Así es, la piel se renueva, hasta las cicatrices se van haciendo menos notorias, a golpe de tiempo y lametazos, también las cicatrices del alma se van haciendo invisibles, y a veces, sobre todo cuando hace frío en Lima duelen, y ese dolor te lleva a mirar por el cristal de los recuerdos, que afortunadamente esta lleno de polvo, y no se ve nada mas que un recuerdo borroso.
Así es, no olvido los detalles lindos que me hicieron hacer un altar en mi recuerdo a tu recuerdo, pero ya olvidé el origen de los detalles, ese es el detalle. Sé que fuiste tu, sé que estuviste tu, pero ahora ya no sé quien eres tu.
Dicen que el zorro pierde el pelo pero nunca las mañas, y, aunque con menos pelo y aunque no haya perdido las mañas, ya no me llama poner las mañas en práctica, somos zorros viejos que ya no cazan, ahora somos piezas para coleccionar, por lo menos yo, y me gusta serlo, ya llegará alguien que quiera adoptar a este viejo zorro y además domesticarlo.
Bueno, los años además de muchos polvos, menos pelo y varias mañas, me han quitado el arte de la escritura, pero no las ganas de hacerlo, este es mi blog, donde juego a decir verdades y mentiras….

Lima 28 de julio 2010.