miércoles, 17 de septiembre de 2008

desde la adolescencia resucité a...

Ecos Eternos.

Otra vez me pregunto ¿Por qué escribo?
Y la intensidad de mi pregunta se remonta
Como un gran visor hasta el origen de mi mismo
¿Quién soy yo? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde voy?

Y preguntar solo me hace seguir preguntando
Pregunto porqué, quien, cómo
Pero… nunca encuentro respuesta.

Y las preguntas dentro de mi resuenan y resuenan
Produciendo ecos eternos, ecos que no acaban
Que comienzan conmigo y terminan en mi
Para volver a empezar;
Y por que me doy cuenta que dentro de mi
Están también los demás
Y que ellos no pueden salir de mi, por mas que los quiera sacar.

Y sigo preguntando ¿Qué hago aquí?
¿Por qué siempre al frente y atrás de todo?
¿Por qué siempre con todos y con ninguno?
¿Por qué queriendo y odiando al mismo ser?
¿Por qué admiro y repudio al mismo ídolo?

Y vuelvo otra vez a mis vacíos
Y sigo llenando el vacio de vacio,
La duda de dudas
El odio de odios
Y el amor…
El amor de olvido…

Pero aún asi, al ver llenos mis vacios,
Al ver las dudas de mis dudas, al odiar mis odios
Y al olvidar mis amores
Me veo nuevamente en el principio de mi vida, en el vacio, en la duda,
En el odio,…en el amor.



Efebo 1995.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La eterna pregunta: ¿Por qué estamos aquí? No sé, lo importante es que estamos.
Un saludo